¿QUÉ ES LA CONSEJERÍA MATRIMONIAL CRISTIANA?

La consejería matrimonial cristiana es una herramienta para ayudar a la gente involucrada en relaciones conflictivas, a aprender a comprenderse mejor unos a otros y comprender a Dios. Es posible que pensemos: “No necesito consejería. Yo puedo resolver mis problemas”. Pero si estás aquí, visitando esta página web, es muy probable que estés en una situación en la cual te beneficiarías de la perspectiva de alguien que no esté involucrado en ella. La consejería matrimonial cristiana puede ayudarte a ver lo que Dios quiere para tu matrimonio.

lunes, 21 de febrero de 2011

CONSEJOS PARA MEJORAR LA VIDA MATRIMONIAL


Recuerde que usted se casó con su esposo/a por decisión propia, y no de forma accidenta. Algo hubo entre ustedes, y ese algo de volver a salir a la superficie.

Tenga en cuenta su propia responsabilidad en la crisis de pareja.

Los lazos maritales nos enseñan cosas muy importantes sobre nosotros mismos, cosas que tal vez no podríamos aprender si estaríamos solos o sin alguien a quien amar y cuidar.

La próxima vez que esté preparándose para librar la siguiente batalla, frene unos minutos y pregúntese a si mismo, “¿Porqué esté conflicto me involucra a mí?” “¿Qué podré sacar de beneficio al cabo de esta pelea?” “¿Qué cosas me corresponderían replantearme de mí mismo, que han contribuido a generar este problema?” Hasta que no sepamos claramente esas respuestas, experimentaremos una y otra ves estos mismos conflictos.
Hágase un tiempo para hablar con su pareja sobre el matrimonio. Formule un “calendario de matrimonio”. Fije, al principio del año, ciertas noches de “actualización de pareja”, en las cuales podrían hacer originales salidas juntos. Respete estas citas y trate siempre de encontrarle un sentido original a las mismas. Sorpréndanse el uno otro y, por favor, no lleven allí a sus hijos.

Vuelva a conectarse con su pareja. Cada uno de ustedes puede hacer una lista de diez cosas que se comprometerán a hacer para ayudar a mantener vivo el amor, y a sentirse mutuamente cuidados. Luego, intercambien estas listas, y intercámbiense uno de esos puntos por día.

Aumente las demostraciones del afecto. Abrácense y bésense más a menudo, y traten de que alguno de estos momentos de amor marital puedan ser vistos por los niños: todos se beneficiarán y sentirán mejor en la familia.

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